jueves, 4 de febrero de 2010

EL ENEMIGO EN CASA


El ENEMIGO EN CASA
Por Gabriel Wüldenmar

El gran enemigo del progreso moral del hombre, tanto a nivel social como individual, es nuestro ego. El ego surgió de alimentar mal (con codicia y materialismo) y enfocar incorrectamente (hacia nosotros mismos en vez de hacia Dios y por ende a todas las criaturas) nuestra legítima sed de felicidad personal sin medida. Lo que debió ser un factor de crecimiento y afirmación personal en el marco de una autoestima sana, se convirtió en un crecimiento desordenado del culto al “sí mismo”, que ahora el sistema materialista se dedica a hipertrofiar y adular sin medida con elementos que van desde el fomento del consumismo egocéntrico individualista y narcisista-omnipotente, hasta las justificaciones “científicas” (sociobiológicas) del egoísmo, pasando por la tan en boga “psicología del yo” (que paraliza todo progreso ético con la excusa de la autoestima en su cruzada extrema contra la culpa y por hacernos creer que somos perfectos) y por la enseñanza de la competitividad feroz desde la más tierna infancia.

Por proteger, servir y regalar a nuestro ego, sacrificamos a todos y a todo lo demás, nos volvemos iracundos y muy susceptibles, soberbios, intocables y mentirosos. El ego se manifiesta de muy diversas maneras según la personalidad del individuo. Se puede detectar examinado tanto nuestras reacciones como el discurso interno que, si somos sinceros, está en el fondo de nuestra mente. A MÍ nadie me puede – ni lo más mínimo - cuestionar, enseñar, corregir, mejorar con su crítica, limitar en nada o negarme lo que yo quiero, porque me sentiré ofendido y responderé con ira. Creo, absurdamente, que tales cosas son quedar “por debajo” de los demás o parecer tonto, y eso no lo puedo consentir; siempre tengo que vengarme o salirme con la mía y decir yo la última palabra; no me basta con aceptar que no soy menos que los demás, es que además creo que soy mejor que nadie. Yo siempre tengo razón, tengo justificaciones y buenas razones para hacer lo que hago (incluso y especialmente el mal), mientras que el otro hace lo que hace porque es malo o es imbécil. Yo tengo que ser el centro o protagonista de todo lo que pasa (egocentrismo) sea bueno o malo, necesito mi público, que me admiren, que vean mi belleza, lo bien que hablo, lo mucho que sé de todo, incluso que vean lo bueno que soy o lo que sufro. No hay mayor placer que crecer yo empequeñeciéndote a ti (por medio del desprecio, de la burla, de la comparación, de la estrategia manipuladora, de la calumnia, de la explotación, de la humillación pública...). Mi sagrado YO es mi único dios verdadero.

Por el ego torcemos la realidad más evidente hasta límites increíbles (para creernos el centro de todo lo que pasa) y nos mentimos a nosotros mismos (tratando de hacer pasar el interés por virtud, negándonos a la autocrítica de nuestra conducta o siendo impermeables o agresivos ante la crítica ajena), manipulamos y dañamos, nos volvemos ciegos ante nuestros propios defectos aunque vemos perfectamente y señalamos esos mismos defectos en los demás. Así, el ego es sabio en estrategias de engaño, que serán más sutiles cuanto más avanzada moralmente esté la persona, y más cínicas cuanto menos lo esté.

El ego, esa necesidad hipertrofiada de afirmarnos a nosotros mismos sobre los demás, es siempre lo que nos pierde, la raíz de todos nuestros defectos morales. El problema es que ninguna visión materialista de la realidad o de la ética aporta ninguna solución para controlarlo, al contrario, el materialismo lo justifica por la “ciencia” y lo incrementa por el halago y la sensualidad. Por eso, el que quiera mejorar espiritual y éticamente no tiene más remedio que dirigirse al terreno de lo espiritual. Las tradiciones espirituales de todo el mundo centran el perfeccionamiento espiritual y ético del hombre en negar, debilitar y matar ese ego hipertrofiado desde la humildad y la solidaridad fraterna, reconduciendo la fuerza del amor en la dirección correcta.

(Más información en:http://lacasadelasabiduria.com/obras.php)