lunes, 15 de noviembre de 2010

NEW AGE: LOS PELIGROS DE LA IRRACIONALIDAD


NEW AGE: LOS PELIGROS DE LA IRRACIONALIDAD
Por Gabriel Wüldenmar

La New Age es un movimiento lleno de “maestros” tanto de este mundo como supuestamente del otro. Pero, paradójicamente, hay algunos grupos que rehúsan toda enseñanza doctrinal o información exterior, porque dicen que les basta su interior para saberlo todo, que no quieren nada de fuera.
Es verdad que en nuestro interior hay un yo más reposado, sabio y profundo, una oportunidad para reenfocar mejor las realidades de la vida, con mayor serenidad y desapego. Pero ¡cuidado con exagerar la doctrina del maestro interior!. Él también es un discípulo de la vida y no lo sabe todo. Por eso está viviendo aquí encarnado, interactuando, relacionándose con el entorno y los demás, experimentando, equivocándose, nutriéndose de la información del exterior. Eso es vivir y aprender, sino, no tendría sentido que estuviésemos aquí experimentando a los demás y al entorno. El ser humano es un ser social y se nutre de la experiencia exterior con los demás; su mente se construye con información, conocimiento y experiencia, a tal punto que no existe un ser humano que sólo se nutra de su interior. De lo contrario, el aprendizaje y la objetividad serían imposibles. Incluso nuestro cuerpo, que es maravilloso y funciona muy bien, necesita el continuo aporte de oxígeno y alimento de fuera.
Además, la afirmación de la tesis ultra-interiorista es contradictoria en sí misma: si es verdad que sólo debo aceptar lo que viene de mi interior, cuando alguien me diga que sólo debo aceptar lo que venga de mi interior, debo rechazarlo, porque esa información me viene de otro, del exterior, así que si la acepto, ya la declaro falsa, y si no la acepto, evidentemente, también.
Es absurdo pues que, a vueltas con la soberbia de nuestro ego, despreciemos la ayuda o consejo del conocimiento externo. Por el contrario, aprovechémoslo, hagámoslo interno y lo habremos asimilado. Además, al que dentro de sí mismo se aventura sin buenos anclajes fuera, le esperan enemigos insidiosos: 1) La oscuridad que emana de nuestra naturaleza interior caída no purificada (Gen 6,5 y 8,21; Mt 15, 18-19, por eso estamos en un mundo donde hay dolor y purificación).
2) El engaño seductor y sensual de nuestro ego que busca perderse y acomodarse en sensaciones autocentradas en vez de pulirse y progresar.
3) La acción de fuerzas oscuras inteligentes que aprovechan para crear nexos de mentira y explotación energética, deseosos de una ventana hacia nuestro mundo.
4) El olvido de nuestro compromiso con el prójimo y con la necesidad de luchar por un mundo más justo.
5) Existe el peligro de que se acabe resintiendo nuestra racionalidad, objetividad y sentido crítico para entrar en un mundo de fantasías irracionales completamente subjetivas y a-críticas. En efecto, si lo único verdadero es lo que siente o “sabe” mi interior y no puede haber contrastación con información externa, no podrán establecerse criterios de lo que es verdadero o falso. Queda así bloqueada toda capacidad de conocer, de ciencia objetiva y de racionalidad. Todo esto da lugar a posturas irracionales
Por todo esto, todas las tradiciones – budista, judía, cristiana,... - auténticamente místicas advierten de la necesidad de emprender el camino interior desde una doctrina firme, con sentido crítico hacia nuestras experiencias psicológicas y desconfianza de la imaginación y con el asesoramiento al menos inicial de un maestro experimentado.
Pero la pseudo-mística de estos grupúsculos ignora todo esto. Si les advertimos de estos peligros reaccionan agresivamente culpándonos de “meterles miedo”. Son como uno que quiso demandar “por sembrar el miedo entre los conductores en vez de dejarles circular libremente” al Departamento de Tráfico, por poner tantas señales de peligro, normas de circulación y campañas de concienciación. Irracionales.

(Más información en:http://lacasadelasabiduria.com/obras.php)