sábado, 27 de agosto de 2011

¿RELIGION O ESPIRITUALIDAD?


¿Religión o espiritualidad? Por Gabriel Wüldenmar Ortiz

Algunos quieren señalar diferencias y oposición entre religión y espiritualidad mística, pero lo único que consiguen es mostrar la diferencia entre una religión puramente externa, formalista, heterónoma, meramente heredada, mal enseñada y mal asumida, ritualista, vacía y simplemente social, por un lado, y, por otro lado, una religión interiorizada, asumida conscientemente como propia, significativamente personal y viva. Así, algunos reducen la espiritualidad a la sensación de conexión con “algo más elevado”, con una Presencia que trasciende el sentido individual del yo, y dicen que la religión es un sistema codificado de creencias, prácticas y comportamientos en el seno de una comunidad de creyentes afines. Así, la religión puede incluir, o no, un sentido de lo espiritual; y las personas espirituales pueden ser o no religiosas.

Ahora bien, esta diferenciación es completamente artificial (el ser humano es un ente cultural dinámico y social donde ambas dimensiones -interior y exterior- se mezclan) e irreal (antihistórica). En primer lugar, en el fondo de toda actitud verdaderamente religiosa (que no esté muerta interiormente ni sea meramente ritualista e hipócrita) está la consciencia de la existencia y contacto personal y comunicativo con “algo más elevado” que nos trasciende, una Presencia-Poder Superior; sin tal consciencia, no hay religión. Así pues, no hay personas verdaderamente religiosas que no sean espirituales, ni personas espirituales que no sean religiosas, salvo que reduzcamos la religión a un mero teatro externo, y la espiritualidad a un mero individualismo indefinido, ñoño y panteísta (New Age).

En segundo lugar, cuando el ser humano entra en contacto con esa Presencia Suprema no se limita a eso, no se conforma con esa sensación, sino que expresa su profunda admiración y emoción (admiración-adoración, símbolos, rituales) y establece una comunicación personal (oración) de la que emanan (revelación) unas enseñanzas (creencias) y comportamientos (moral) que comparte expansivamente con los demás (comunidad) y que acaban codificándose como doctrina en el nivel social. Este proceso está históricamente probado de manera constante. No se conoce ni un solo caso en que la sensación ante el Misterio Supremo se haya limitado a esa sensación, no haya conducido a nada más y se haya quedado en el plano de la indefinición y de la individualidad (salvo acaso las modernas bobadas de la New Age ególatra para contemporáneos estresados y neuróticos).

En realidad, oponer espiritualidad y religión es absurdo. Es en las religiones donde nacieron los místicos y la mística, es decir, la espiritualidad. Toda religión nació siendo espiritualidad y debe volver a sus orígenes. Es en eso en lo que hay que trabajar, no en destruir y odiar la religión -como hacen otros que pretenden construir un “nuevo mundo” en el resentimiento y en el rencor, excluyendo, y removiendo la basura histórica una y otra vez sin reconocer nunca los buenos frutos de la religión-. Por el contrario, hay que trabajar juntos en lo positivo para purificar y mejorar, cultivando la crítica constructiva y la sana autocrítica.

Que la religión de calidad es espiritualidad se ve en el propio término “religión”, que viene de “re-ligare”, “volver a unirnos” con la Fuente (Dios) de la que nos hemos separado. Otra cosa son las instituciones humanas que se han contaminado del espíritu del mundo, a las que hay que podar y purificar para que representen la verdadera esencia original de la fe expresada en la reunión de los creyentes. Así, es posible considerarnos espirituales y considerarnos religiosos al mismo tiempo, pues de la religión aprendimos que hay una trascendencia, un Dios y una búsqueda; es la religión la que ha custodiado los textos y las palabras de los caminantes espirituales que nos enseñan a buscar la espiritualidad. Casi todos hemos nacido en el seno de una religión. Sin ella, probablemente, no hubiéramos conocido ni desarrollado nuestra espiritualidad.

Los detractores de la religión argumentan que ésta es una forma de control de masas porque impone normas morales (lo que está permitido y lo que no está permitido hacer); en cambio, aseguran, la “espiritualidad” es ser uno mismo, fluir, trabajar desde el interior. Parece un bonito argumento (muy al gusto de la anomia actual), pero está lleno de falacias. En primer lugar, reduce el hecho religioso a la moral, que es sólo una dimensión de la religiosidad entre otras. En segundo lugar, el argumento sugiere que lo que los detractores llaman “espiritualidad” carece de normas morales, y lo que denominan “trabajar desde el interior” carece de directrices, por lo que sólo cabe esperar de ambos hechos el caos o la egolatría. En tercer lugar, el argumento confunde también moral autónoma (la que asumimos libre y conscientemente como propia) con moral heterónoma (la que obedecemos porque nos imponen otros), y, para colmo, prejuzga que no puede haber moral autónoma en la religión, lo cual es falso e injusto.

Los detractores de la religión desean eliminar las normas, los dogmas, los intermediarios y los ritos. Pero resulta que toda religión, espiritualidad o moral es mediada porque la aprendemos de otros (la recibimos de la familia, la sociedad o la cultura), aunque luego la “caminemos” por nosotros mismos y la interioricemos. De ahí la necesidad de las normas.

Nótese que toda religión, toda moral y toda búsqueda espiritual son, en principio, heterónomas, o sea, las aprendemos de otros (algo lógico, pues no nacemos con ciencia infusa) pero, si es de calidad, la religión nos invita a cada uno a experimentar nuestra fe espiritual-religiosa y nuestra moral de forma autónoma, a interiorizarlas, a hacerlas propias por pura convicción, no por imposición, a creer y actuar por consciencia y no por obediencia. Es decir, la religión de buena calidad invita a la espiritualidad. Eso es precisamente la conversión, lo que los cristianos llamamos “meta-noia”, o sea, “cambiar de mentalidad”, ver la realidad transformados por la espiritualidad; a eso nos invita la religión cuando aconseja la oración y la meditación, de modo que nos dice: “Descubre por ti mismo a Dios, ahonda en el territorio espiritual”.

En cuanto a los dogmas, las creencias van evolucionando, se van deformando, se van diversificando, hay luchas internas, cada cual va aportando sus ideas, sus “revelaciones” particulares, etc. Si esto no se regulase, se llegaría a un “totum revolutum”, a una confusión total, a un caos, por lo que es lógico que la comunidad (o sus representantes) aclaren lo que pertenece y es característico de una creencia, cuáles son los textos sagrados con autoridad, etc.

Muchos rechazan los dogmas  argumentando que son lo contrario de la racionalidad. Aunque históricamente se ha abusado de los dogmas, de su indiscutibilidad y de su imposición arbitraria, su contenido no es, contra lo que a menudo se cree y afirma, un producto del capricho irracional de una autoridad, sino, generalmente, el resultado (cierto o equivocado) de una profunda reflexión racional sobre los contenidos de la Revelación y de prolongados e intensos debates realizados por especialistas y basados en la creencia mayoritaria de la comunidad de creyentes, en los textos sagrados de esa religión y en su tradición, que se adoptan tras arduos análisis. Esto no significa que sean indiscutibles, ni siquiera que siempre tengan razón (pueden cuestionarse y los teólogos lo hacen a menudo). Lo que queremos explicar es que nada tienen de irracionales.

Por otra parte, toda religión tiene especialistas que pueden dedicar su vida a guiarnos, a allanarnos el camino que ellos ya recorrieron, a señalarnos los peligros que podemos hallar, a aconsejarnos y darnos consuelo espiritual, a enseñarnos a caminar por nosotros mismos. Esos son los intermediarios. Es curioso observar cómo muchos de los que rechazan a los representantes de las religiones se apegan, sin embargo, a chamanes, gurúes, médiums, lamas, maestros ascendidos, etc. La propia espiritualidad de éstos que piden “sustituir la religión por la espiritualidad” está formada por elementos, técnicas o comportamientos que aprendieron de religiones o maestros religiosos.

Por otro lado, intentar eliminar los ritos religiosos es una tarea muy difícil. Los símbolos son ineludibles porque el ser humano es (y ha sido siempre) un animal simbólico. Todo es símbolo para nosotros: el dinero, las palabras, los valores, los regalos, los recuerdos, etc. Los mismos grupos que quieren abrogar la religión tradicional están llenos de símbolos, rituales, líderes, etc. Todos conocemos a alguien que guarda la entrada de un cine o el tapón de una botella de champán para recordar un día especial, o un diente de leche de su hijo, o que regaló una rosa por amor, etc. Así pues, los rituales son formas ineludibles de la expresión social de la religión. Lo procedente no es excluir los rituales, simplemente hay que procurar que no sean vacíos, realizados por mero cumplimiento ritualista, sino que deben ser el reflejo ante la comunidad de una realidad interior, que está ocurriendo dentro de nosotros. 


FUENTE (c): Wüldenmar Ortiz, G. (2005) "El Contacto: ¿qué es la espiritualidad?
            En este enlace: https://bit.ly/2P8uthV
           (Más información en:http://lacasadelasabiduria.com/obras.php)

miércoles, 10 de agosto de 2011

LOS PLANES DEL IMPERIO


Los planes del Imperio. Por Gabriel Wüldenmar Ortiz
El famoso informe Iron Mountain (Michigan, 1967), que convocó un equipo de quince especialistas (economistas, historiadores, psicólogos, empresarios de grandes multinacionales y compañías petrolíferas, militares de alta graduación, líderes del mundo académico, políticos), sigue plenamente de actualidad. Este informe alaba la guerra como promotora de la tecnología, condena el pacifismo como un mal social, aboga por un mundo belicista, clasista y totalitario, a la medida de los intereses de los poderosos. En el Informe se aplauden las diferencias de clase: debe haber clases inferiores al servicio de otras superiores y se debe luchar por mantener esta diferencia.

En dicho texto se lee que hay que promocionar una mentalidad belicista pues una sociedad pacífica es débil y está destinada a ser dominada por otras naciones. La naturaleza humana, nos ilustran estos individuos, impide la paz, es necesaria la cultura de guerra que genera un movimiento económico vital. En el mundo de paz hay que multiplicar el gasto social, cultural, tecnológico, ecológico, lo cual no favorece a la macroeconomía al nivel que lo hace la economía de guerra. Todo gasto social debe ser medido dentro de la economía de guerra y no como reemplazo de la misma.

En lo político, a la mentalidad belicista hay que agradecer la existencia de las naciones como entidades independientes y políticamente estables. Los ciudadanos, en efecto, se apegan y subordinan al sistema y apagan sus molestas reivindicaciones, se evitan las disidencias sociales incómodas y se fomenta la unión en torno al poder político y militar del sistema.

El Informe Iron Mountain afirma que hasta la actualidad, las sociedades con mentalidad belicista son las que han dominado el mundo y organizado sus instituciones. Hoy, gracias al poder militar velado o manifiesto en lo social y a la poderosa industria bélica, se consigue en lo económico un equilibrio a nivel nacional, se resuelve el problema de los “excedentes humanos” mediante las guerras, avanzan la ciencia y la tecnología (las cuales han debido sus mejores impulsos a las necesidades de esa industria bélica), asciende el nivel de vida de los beneficiarios y se influye con ventaja en el empleo, la producción y el consumo.

Sin las guerras, explica el Informe, no funciona la cohesión social y, además, las guerras, en especial las del Tercer Mundo tienen la ventaja de acabar con los excedentes de población. El Informe, celebrado en un refugio antinuclear de Michigan, aprueba la guerra atómica porque termina con los débiles y no sólo con los guerreros fuertes y con los poderosos (que se refugian en sistemas anti-nucleares protectores). Considera el satánico informe que es lamentable que los avances de la medicina y nutrición eviten las aniquilaciones masivas de población y que hoy en día sobrevivan niños débiles y enfermos, que deberían morir al nacer.

Mediante la guerra, las generaciones antiguas podrán mantener controladas a las jóvenes y promover el equilibrio de terror entre las naciones, base de su mutua comprensión (¡!). Si se suprime la guerra y la mentalidad bélica, la economía debería mantener de otra manera su alto nivel de gastos innecesarios (exactamente fomentando la fiebre consumista en los países enriquecidos y explotando al Tercer Mundo), la política y el estado necesitarían crear nuevos enemigos y fomentar el miedo para justificar la cohesión de los ciudadanos (y pervivir así el imperio de la mentira y la hipocresía). En efecto, cuando los enemigos clásicos desaparezcan (ej: los soviéticos), hay que buscar o fabricar nuevos enemigos para justificar el juego de guerra (árabes, chinos, tercermundistas, y hasta extraterrestres).

Para que las gentes sigan siendo fieles al sistema conviene tenerlos contentos y fomentarles objetivos y necesidades distractoras (alto nivel de vida, derroches en la carrera espacial, justificar la carrera de armamentos aludiendo a un supuesto peligro extraterrestre). Se propone asi mismo la creación de una policía y ejército mundiales, con todos los poderes y presentes en todo el mundo, así como contaminar masivamente el medio ambiente para mantener a la gente con miedo, unida frente a una amenaza global y no frente al sistema que la produce discretamente.

Otras formas de control social serían programas estatales de eugenesia-aborto (sólo nacerían los racialmente puros y sanos), programas espaciales irrealizables, sistemas de Seguridad Social de amplia cobertura, introducción de sectas fomentadas discretamente desde el poder... a fin de motivar al pueblo a su adhesión al sistema por los más variados caminos.

El Estado deberá aumentar sus capacidades para el control de los medios de comunicación, la censura disimulada de la información, destruyendo discretamente la vida y las propiedades que sean precisas. Para garantizar la preservación del imperio se propone controlar el desarrollo social, lograr el control de la economía derrocando y sosteniendo gobiernos, propone la aniquilación de disidentes (policía internacional omnipotente), así como la fabricación de nuevos enemigos: los extraterrestres, el Tercer Mundo, religiones tradicionales (hay que potenciar otras nuevas). También propone la creación de juegos sociales sangrientos, destruir el medio ambiente, crear nuevas enfermedades, etc. a fin de que la gente, atemorizada, busque la protección del sistema.

Es la imposición del Nuevo Orden Mundial – inspirado en la ética atea - a costa de lo que sea. “La amenaza externa resulta esencial para lograr la cohesión social como modo de aceptación de la autoridad política, por eso la amenaza (inventada) debe ser creíble, debe ser de una magnitud consistente con la complejidad de la sociedad amenazada y afectar a la población en su conjunto”. “La guerra es y será el mecanismo estabilizador económico de las sociedades (...) Es necesario pagar un precio en sangre en amplias áreas del interés humano”...”Resulta totalmente posible que el desarrollo de una forma sofisticada de esclavitud se transforme en un requisito absoluto”.

Cuando este informe se filtró (uno de los expertos que lo elaboraron tuvo “mala conciencia”), ocasionó una gran polémica y los portavoces del imperio lo negaron. Pero la mejor prueba de su autenticidad es que se ha ido cumpliendo y se está cumpliendo, y eso que fue elaborado en los años 60, cuando parecía ficción. Además, este informe no ha sido nunca negado por el gobierno USA, sino que fue leído y comentado por los más destacados intelectuales y políticos de USA. Henry Kissinger y Hermann Hahn, altos miembros de la política, han hablado contra él cuando se publicó, lo que es tanto como reconocer su existencia e intentar hipócritamente evitar el rechazo público que se formó cuando se publicó.

Se sospecha, además, que pudieran estar implicados, lo que dado su historial no sorprende en absoluto. Kissinger diseñó una política de intervención de una fuerza de seguridad mundial única justificada por una amenaza real o inventada y que provocaría que la gente de todo el mundo suplicara a sus líderes protección sin importarles, por miedo, abandonar sus derechos individuales por la garantía de su bienestar que les concediera un gobierno mundial. La Trilateral, verdadero gobierno oculto del mundo, reúne personalidades de la economía, la política y el mundo académico. Si a esto uniésemos los jefes militares tendríamos la misma composición en la Comisión Trilateral y en el comité responsable del Informe Iron Mountain. Es sospechoso también que las propuestas para la solución de problemas de la Trilateral son ofrecidas como “auxilio para la decisión” a los gobiernos y empresas (igual que el informe Iron Mountain) y que los temas más importantes y recurrentes sean “Política de Seguridad” y “problemática Norte-Sur” (los mismos temas de Iron Mountain).

El investigador italiano M. Coppetti, a principios de los 70, denunció la conexión de este informe con los planes de USA respecto a la paz con Japón tras la segunda guerra mundial, y tanto él como numerosos analistas relacionan el informe Iron Mountain con objetivos estratégicos a largo plazo de la CIA, como crear una constante psicosis mundial de guerra que justifique el negocio de las armas y el no reparto de los bienes. Señalan al economista y asesor presidencial, J.K. Galbraith como inspirador del documento, que, estando muy lejos de postulados anti-sistema, está seguro de la autenticidad del Informe Iron Mountain “sin género de discusión”.

Las guerras tras el 11-S parecen la realización de la ideología y previsiones de Iron Mountain: crear nuevos enemigos (tras la caída de la URSS), mantener y alentar la cultura de guerra, excusas para apoderarse de las fuentes de energía y obtener grandes benéficos económicos con la guerra, excusas para el recorte de las libertades, etc. De hecho, Iron Mountain menciona a la Rand Corporation, uno de los grupos de presión más importantes de USA, pronosticador del 11-S, al que pertenece Donald Rumsfeld, uno de los mayores beneficiados por la guerra de Irak.

(Más información en:http://lacasadelasabiduria.com/obras.php)

miércoles, 3 de agosto de 2011

TRES POSIBLES ESCENARIOS PARA EL FUTURO DEL MUNDO


TRES POSIBLES ESCENARIOS PARA EL FUTURO DEL MUNDO (los más probables), por Gabriel Wüldenmar Ortiz

1) DESTRUCCIÓN (lo que las probabilidades "piden").
La codicia y violencia tecnológica humanas, sumadas al problema ecológico y al colapso energético pueden reducir el planeta a una destrucción
a) general: aniquilación completa del planeta en un marco de guerra nuclear total,
b) parcial (el planeta continúa sin la especie humana y sin gran parte de los animales y plantas),
c) retroactiva (la humanidad sobrevive pero retorna a la época primitiva en un medio natural empobrecido).

2) CONTROL (el que desean los poderosos).
La naturaleza empobrecida, la humanidad reducida y absolutamente controlada por una élite por medios tecnológicos, un medio de vida cada vez más artificial, más "metálica", más tecnológica, sin libertades sociales, laborales, políticas ni personales-psicológicas. Culto al poder y la fuerza, desprecio de lo espiritual. Uniformismo y obediencia. Es el imperio fascio-capitalista global. La Bestia.

3) ESPERANZA (el que anhela la mayoría de la Humanidad, muchas veces sin saberlo).
Tras un periodo difícil de cambios sociales, políticas y económicas, colapsa el sistema y la Humanidad encuentra una nueva forma de gestionar su vida en el planeta que se va imponiendo democráticamente de forma gradual. Requiere:
a) Autogestión económica: el centro de la economía es servir a las personas no enriquecer a una élite, sino aportar a toda la sociedad. La empresa es el órgano productivo de la sociedad, a la cual pertenece en régimen de autogestión. No hay capital privado ni estatal, hay mercado y riqueza pero no privados (capitalismo) ni estatales (comunismo), sino sociales (autogestión). Fin del hambre, de la esclavitud, del paro, de las desigualdades. Todos producen riqueza, todos la disfrutan.
b) Una sociedad igualitaria con autogestión política: la representación implica a toda la sociedad, no hay políticos profesionales, las decisiones se toman entre todos y desde abajo a arriba, en forma piramidal por ámbitos de afectación. Los representantes son sustituibles en cualquier momento por la voluntad social; la sociedad tiene medios de control permanentes sobre las decisiones.
c) Respeto ecológico: la naturaleza se cuidará, se respetará y se reparará. Se adoptarán energías alternativas adecuadas para una gestión sostenible y democrática. Se imitarán los mecanismos circulares de la naturaleza para la gestión de la energía y los desechos.
d) Rearme moral: Además del cultivo de la ciencia y el pensamiento racional, se produce un rearme en valores trascendentes y espirituales anti-egoístas, anti-individualistas, anti-materialistas (consumistas), se recupera el concepto de virtud, el refuerzo social se desplaza del éxito materialista a la capacidad de servir a los demás y de aunar bondad y sabiduría. Esto se realiza en dos ámbitos cruciales para curar a la sociedad: la educación y los medios de comunicación. La ciencia descubre una Inteligencia trascendente es la autora del orden cósmico. Eliminación progresiva de las supersticiones, panteísmo, ateísmo, ocultismo… purificación de la religión y reconocimiento de Dios como fundamento del universo y de la ética.

(Más información en: http://lacasadelasabiduria.com/obras.php)